Iniciaron las precampañas y ante toda predicción de lo contrario, Morena continúa en unidad
Iniciaron las precampañas y ante toda predicción de lo contrario, Morena continúa en unidad, aun con las amenazas de Marcelo Ebrard sobre dejar el partido, rebelarse desde sus posiciones como lo hizo Ricardo Monreal, o inconformes con los resultados, como Ignacio Mier, el fuego amigo y las simulaciones no han sido motivo de quiebre.
Contrario al Frente Amplio por México, en donde cada vez pierden más cuadros, principalmente priistas. Desde antes de la coalición, la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional a cargo de Alejandro Moreno Cárdenas ha sido criticada. Acusado de traidor, un hombre sin palabra y un egoísta, las mañas de Alito arrastran al FAM, las renuncias ya no sorprenden, pero el timing en el que suceden, sí afectan.
Con Clara Brugada como candidata de Morena para la Jefatura de Gobierno, la oposición obtuvo ventaja al no tener que enfrentarse con el arrasador Omar García Harfuch, todo indicaba que los astros se les alineaban, pero la principal causa de crisis en el Frente, son ellos mismos.
Se sabe que Santiago Taboada es el favorito de las cúpulas panistas, jamás se dudó de su candidatura, cuenta con los mejores números para dar pelea por la CDMX, muy por encima de Adrián Rubalcava y el perredista Luis E. Cházaro, pero como siempre, las dirigencias no tuvieron las formas para conciliar.
Si al alcalde de Cuajimalpa le faltaban motivos para romper y demostrar sus intereses a favor de Morena, la dirigencia no fue estratégica para contener en tiempo y forma el desencuentro.
El problema del Frente son los dirigentes Marko Cortés, Jesús Zambrano y Alejandro Moreno, quienes viven en el pasado de los tiempos gloriosos de lo que alguna vez fue. Los tres intentan cotizarse de manera burda con un sinfín de estira y afloja para pelear posiciones, donde ya se ha filtrado que el PRI lleva las de ganar.
El Frente Amplio carece de identidad propia, tiene tres ideologías políticas totalmente diferentes, que siempre fueron enemigas y hoy lejos de sumar, arrastran a los candidatos negativamente.
No logran fusionar sus fortalezas para aplicarlas en sus cuadros; vaya, ni para repetir buenos discursos han sido acertados. No les queda más que estar unidos para poder dar batalla, pero siguen sin lograr el arte de la negociación interna equitativa que mantenga la unidad.
Entre ellos mismos se menosprecian, basta con ver lo que sucede en cada elección con el PRD, donde sus cuadros son eliminados de las contiendas, Zambrano amenaza con irse, no causa impacto y termina firmando acuerdo de unidad que no le van a cumplir.
Como pinta el escenario, las dirigencias serán quienes terminen con las aspiraciones de sus candidatos, pues han fomentado resentimientos entre sus cuadros y ante la falta de carácter de algunos y el ego político de otros, pasarán a la historia como el peor trío de líderes partidistas y no como quienes habrían logrado una unidad histórica en las diferentes fuerzas políticas de México, pero claro, con posiciones aseguradas para cada uno en el próximo sexenio.
POR LAURA PUENTE
COLABORADORA
TWITTER: @LauraPuenteEn